Diferencias entre prótesis mamarias delante o detrás del músculo
Cuando se trata de aborda una operación de aumento de pecho o de elevación mamaria, deben tomarse en consideración diversos aspectos. Uno de ellos es el tipo de prótesis que…
Mamoplastia: aunque se trata de uno de los tipos de operaciones de cirugía plástica más habituales, existe un profundo desconocimiento sobre el mismo. Arrojemos algo de luz sobre esta modalidad de cirugía corporal, tan demandada en la actualidad.
La mamoplastia es el término médico empleado para toda cirugía plástica en los senos. De hecho, se puede utilizar el mismo tanto para designar procedimientos reconstructivos, a través de cirugía reparadora, como estéticos de los mismos.
La elección de la técnica adecuada depende de muchos factores que han de ser valorados por el equipo profesional médico y cirujano.
La mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico diseñado para disminuir el tamaño de los senos, como hemos explicado más arriba. Esta intervención se practica para eliminar el exceso de tejido glandular, la grasa y la piel sobrante.
Las personas que experimentan incomodidades físicas causadas por senos demasiado grandes e incluso dificultades para realizar ciertas actividades físicas o problemas posturales, acuden a esta solución para:
Aliviar molestias físicas.
Mejorar la simetría y proporción corporal respecto al resto del cuerpo.
Aumentar la movilidad y el bienestar, pues mejora la comodidad general de la paciente.
Mejorar la autoestima.
De hecho, podríamos decir que esta cirugía es tanto funcional como estética, ya que puede tener un impacto positivo en la calidad de vida y el bienestar emocional.
Durante mamoplastia de reducción, se realizan incisiones alrededor de la areola y hacia abajo en forma de “T” o de “ancla” para remover el exceso de grasa y tejido. También se remodela la forma del seno y se reposiciona la areola para lograr un aspecto más elevado y estético
El resultado final de una mamoplastia de reducción es un tamaño de senos más pequeño, simétrico y proporcionado.
La cirugía para corregir las mamas tuberosas es un procedimiento reconstructivo destinado a corregir una anomalía congénita en la forma del seno. Dichas mamas tienen una apariencia alargada, estrecha y, en muchos casos, una base pequeña y elevada que limita su desarrollo en la pubertad. Dichas características pueden causar problemas tanto estéticos como psicológicos en las pacientes, que ven afectada su autoestima ante un pecho que presenta una apariencia atípica.
El objetivo de la cirugía de mamas tuberosas es mejorar la forma, simetría y proyección del pecho para darle un aspecto más natural y proporcionado respecto al resto del cuerpo.
La cirugía para corregir las mamas tuberosas suele involucrar varias técnicas, y se adapta a las características individuales del paciente.
La mamoplastia de aumento es uno de los procedimientos quirúrgicos en los senos más populares. Este busca aumentar el tamaño y mejorar la forma de los senos. De hecho, es habitual practicar este tipo de mamoplastia para corregir asimetrías, reafirmar el pecho vacío o para complementar procedimientos reconstructivos de las mamas.
El antes y después de una mamoplastia de aumento suele mostrar cambios significativos en el tamaño, forma y firmeza de los senos. De hecho, la mamoplastia de aumento puede mejorar la autoestima, la confianza y la percepción corporal de la persona gracias a ese cambio positivo en la apariencia física.
El antes y después de la mamoplastia de aumento conlleva:
Un cambio en el tamaño y forma de los senos.
Una nueva simetría entre ambos senos.
Mayor firmeza y proyección (distancia que sobresalen del pecho), lo cual resalta el busto y mejora la silueta general.
Mejora en la autoestima, nivel de confianza y satisfacción con la imagen corporal después de la cirugía.
Es importante mencionar que los resultados pueden variar según la técnica utilizada, el tipo de implante y, sobre todo, la anatomía individual del paciente.
La mamoplastia y la mastopexia son procedimientos quirúrgicos que se practican en los senos, pero tienen objetivos y técnicas distintas. Por ejemplo, mientras que la mamoplastia presupone cualquier cirugía de modificación del tamaño y volumen de los senos (aumento o reducción), la mastopexia, también conocida como levantamiento de senos, trata de reafirmar y elevar los senos caídos o flácidos sin cambiar su tamaño.
Por otra parte, en la mamoplastia de aumento se usan implantes o grasa corporal para dar volumen, y en la reducción, se elimina tejido. Sin embargo, en la mastopexia se elimina únicamente el exceso de piel y reestructura el tejido, fijando las estructuras.
En algunos casos, eso sí, ambos procedimientos se combinan para mejorar la forma y tamaño al mismo tiempo.
Las técnicas quirúrgicas en mamoplastia varían según el tipo de procedimiento (aumento, reducción o levantamiento), la anatomía y los objetivos específicos de cada paciente. Algunas de las más comunes son:
Inserción de implantes mamarios detrás del tejido mamario o del músculo pectoral a través de una pequeña incisión en el pliegue inframamario, alrededor de la areola o en la axila.
Lipoinyección, un procedimiento mediante el cual se extrae grasa de otra parte del cuerpo de la paciente (generalmente abdomen o muslos) y se inyecta en los senos para un aumento más natural y menos invasivo.
Hay que valorar la idoneidad de esta técnica según las características de las mamas para evitar artefactos que puedan llevar a un diagnóstico erróneo en el tejido mamario.
Incisión en forma de T invertida para reducir significativamente el tamaño del seno y eliminar de forma eficaz tejido, grasa y piel en exceso.
Técnica de incisión alrededor de la areola y una línea vertical hacia el pliegue del seno, conveniente en reducciones moderadas.
Incisión periareolar, alrededor de la areola, en casos de caída leve de los senos.
Incisión en forma de T invertida para levantar senos con mayor flacidez.
Incisión en línea vertical: alrededor de la areola y una línea vertical hacia abajo. Se utiliza en casos de ptosis (caída) moderada.
El uso de prótesis mamarias es habitual en intervenciones que tienen por objetivo elevar los pechos.
El equipo de cirugía inserta un implante (relleno de silicona o solución salina) en una cavidad creada detrás del tejido mamario o del músculo pectoral a través de una pequeña incisión. Aunque existen diferentes técnicas al respecto.
Existen varias formas de colocar los implantes mamarios. La elección de la técnica depende de factores como la anatomía del paciente, el tipo de implante, el resultado deseado y las preferencias del equipo cirujano. Las principales formas de colocar los implantes mamarios son:
El implante se coloca directamente detrás del tejido mamario, pero por encima del músculo pectoral, lo cual conlleva, normalmente, menor tiempo de recuperación y dolor durante el postoperatorio.
El implante se coloca debajo del músculo pectoral mayor, dando lugar a un resultado más natural en pacientes con poco tejido mamario.
(subglandular parcial y submuscular parcial): Combina ambas ubicaciones para obtener resultados más naturales en pacientes con poco tejido mamario.
El implante se coloca debajo de la fascia (capa delgada de tejido) que cubre el músculo pectoral, pero sin penetrar el músculo en sí, porporcionando un soporte adicional y posibilitando la recuperación y un aspecto estético más natural que el subglandular.
Los músculos pectorales y el tejido mamario forman parte de la anatomía del pecho, sin embargo, muestran diferencias. Los músculos pectorales se ubican en la parte frontal del tórax, y son responsables de varios movimientos del brazo y del hombro, mientras que el tejido mamario es el componente principal de los senos y está compuesto por varios elementos: glándulas mamarias, tejido graso y tejido conectivo. Este último es una especie de red de soporte para sostener tanto el tejido mamario como los músculos pectorales.
El postoperatorio y la recuperación tras una mamoplastia son fases fundamentales del proceso quirúrgico. Estos son algunos aspectos clave del postoperatorio tras una mamoplastia:
Después de la cirugía, la paciente será llevada a la sala de recuperación, donde se monitoriza su estado tras la anestesia. La estancia postquirúrgica suele ser breve, aunque algunos casos requieren una noche de observación.
Durante los primeros días, la paciente puede experimentar dolor y molestias, una sensación de presión, incomodidad en el área del pecho… El cirujano prescribirá analgésicos para manejar el dolor, y medicamentos antiinflamatorios. También es normal experimentar hinchazón y hematomas en los primeros días, que disminuirán gradualmente con el paso de las semanas.
Se colocará un vendaje o una prenda quirúrgica especial para sostener los senos y reducir la hinchazón. En algunos casos, se colocan drenajes para eliminar líquidos y evitar la acumulación de sangre o fluidos. Los drenajes se retiran generalmente en un día.
Durante la primera semana y la segunda, el cirujano controlará la cicatrización de las incisiones y retirará cualquier punto de sutura si es necesario. En este lapso de tiempo, es importante evitar el contacto con el agua, al menos hasta que las incisiones se sequen por completo. También se deberá usar un sujetador de soporte especial las 24 horas del día durante las primeras semanas para mantener los implantes en su lugar, evitar movimientos bruscos y ayudar en la cicatrización. También es preferible no dormir boca abajo. Generalmente, se realizan consultas de seguimiento a los pocos días para asegurarse de que la recuperación avanza adecuadamente y no hay complicaciones.
Semanas de la tres a la seis. A medida que la inflamación disminuye, los senos comienzan a adoptar una forma más natural. Sin embargo, puede haber una ligera hinchazón residual. Pueden realizarse ya ejercicio físico intenso y actividades que impliquen levantar pesas o ejercitar el torso superior. Aún con todo, el cirujano dará pautas sobre cuándo es seguro retomar actividades deportivas, en cada caso. Es posible que los senos y las areolas tengan una mayor sensibilidad o incluso entumecimiento debido a la cirugía. Esta sensación suele mejorar con el tiempo.
De dos a seis meses. La forma final de los senos aparece por fin. Las cicatrices maduran y se vuelven menos visibles. La sensibilidad en los senos mejora.
Las cicatrices de la mamoplastia son una parte natural de la cirugía que se atenúa con el paso de los días. La extensión y visibilidad de estas dependerá del tipo de procedimiento y la técnica quirúrgica utilizada.
La incisión se realiza en el borde de la areola, lo que ayuda a que la cicatriz se mezcle con la línea natural de transición entre la piel y la areola. La cicatriz es, por ello, menos visible. La técnica puede ser adecuada para pacientes que también requieran una leve corrección de la forma de la areola.
La incisión se hace en el pliegue de la axila, sin necesidad de incisiones en el pecho. El implante se coloca a través de un túnel creado en el área axilar, por lo tanto no deja cicatrices visibles en el seno.
Es la que, en principio, preferimos. Nos da un acceso directo al plano submuscular sin variar ni seccionar el tejido glandular, pudiendo controlar la desinserción muscular y realizando una hemostasia adecuada. Sin afectar al drenaje linfático mamario y controlando de manera más sencilla el desplazamiento posible de los implantes.
Entre los factores que afectan la cicatrización, de tal forma que esta sea más rápida o más lenta, figuran el tipo de piel, las personas con piel más propensa a formar cicatrices queloides o hipertróficas pueden tener un riesgo más alto de cicatrices prominentes; la técnica quirúrgica, que sea específica para minimizar las cicatrices, y el cuidado postoperatorio, por ejemplo, a través del uso adecuado de cremas cicatrizantes, la nula exposición al sol, etc. Sea como sea, las cicatrices de la mamoplastia tienden a mejorar con el tiempo.
Nuestro Cirujano Plástico especializado en cirugía estética y reparadora con más de 30 años de experiencia, miembro de SECPRE y la Federación Ibero Latinoamericana de Cirugía Plástica. Se destaca por su enfoque en la excelencia, trato cercano y la seguridad de los pacientes.
Cuando se trata de aborda una operación de aumento de pecho o de elevación mamaria, deben tomarse en consideración diversos aspectos. Uno de ellos es el tipo de prótesis que…
El aumento de pecho es una cirugía cada vez más frecuente, una intervención donde la personalización tiene la clave de un resultado armonioso y satisfactorio para la paciente, y donde…
La cirugía estética natural se ha posicionado a la cabeza del ranking de tratamientos estéticos 2025. Tras décadas dedicadas a ostentación, a ese que se note, a la falta de…
¿En qué situaciones se puede recurrir a una reconstrucción de mama con prótesis? ¿Existe la reconstrucción mamaria sin prótesis efectiva? Despejamos algunas de aquellas dudas comunes a las que tratamos…
Previsión de resultados antes del aumento mamario El aumento de pecho es una cirugía cada vez más frecuente. Aún con todo, es importante valorar a cada paciente de manera individualizada,…
Saber identificar las mamas tuberosas puede resultar de gran ayuda. A menudo, llegan a nuestra consulta mujeres que se preguntan cómo son los pechos tubulares, normalmente porque detectan ciertos indicios…
Síntomas clave a tener en cuenta ¿Cómo saber si mi cuerpo rechaza implantes de senos?, ¿qué pasa si mi cuerpo rechaza implantes de senos? ¿Es habitual? Se trata de temores…
Contestamos a varias de las preguntas más frecuentes acerca de la intervención de reducción mamaria. Si después de leer las respuestas sigues albergando dudas acerca de la reducción de pechos,…
Es indudable que las prótesis mamarias, aquellas que se emplean en intervenciones de aumento de pecho o elevación mamaria, por ejemplo, han ido mejorando con los años. Lo ha hecho…
El aumento de pecho es una de las cirugías corporales más habituales en nuestra consulta. Y, sin duda, una de las intervenciones quirúrgicas que más dudas suscitan. A continuación, vamos…
Envíenos un WhatsApp