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Liposucción.

¿Qué es la liposucción?

La liposucción es la intervención de cirugía estética que reduce aquellas áreas de grasa localizada que a menudo nos hacen sentirnos incómodos con nuestra silueta.

Los mejores candidatos para someterse a una liposucción son pacientes no obesos que presentan acúmulos grasos en zonas muy concretas, normalmente en función de condicionantes hormonales.

La liposucción se utiliza también como complemento a otras técnicas quirúrgicas.

 

¿En qué zonas se lleva a cabo la liposucción?

Son habituales la liposucción de piernas y la liposucción de abdomen. Aunque también se lleva a cabo esta intervención en caderas y nalgas.

La liposucción puede ser también de brazos, zona pectoral, de espalda, rodillas, tobillos, mejillas e incluso de papada.

¿En qué consiste una liposucción?

Mediante el proceso de succión, el cirujano logra aspirar el exceso de grasa que se acumula hasta eliminarla por completo. Este proceso se lleva a cabo a través de una pequeña cánula y varias incisiones cerca de la zona afectada.

La duración de la operación suele ser de hora y media, pudiendo permanecer una noche ingresado.

En función de las características de cada paciente, se utiliza una técnica anestésica u otra para conseguir la máxima seguridad y confort durante el procedimiento.

Liposucción hecha solo por profesionales

Recordar que la liposucción no es un método de adelgazamiento sino una forma de tratar acúmulos grasos localizados. Además, conviene recalcar que, al igual que el resto de procedimientos descritos, se trata de una intervención quirúrgica que debe realizarse en las mismas condiciones de higiene y seguridad que cualquier otra.

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¿Cuáles son los resultados de la liposucción?

La capacidad de adaptación de la piel a un menor volumen durante el postoperatorio es de vital importancia. Dependiendo de factores innatos al paciente, como es la elasticidad de la piel, el tiempo de recuperación y el resultado, variarán considerablemente.

El paciente deberá someterse a ciertos cuidados necesarios tras la intervención para su completa efectividad. También al uso de una faja de presoterapia, de tal forma que ayude a la retracción de la piel de manera uniforme durante el primer mes.

Los resultados definitivos tardan un tiempo en hacerse patentes, sin embargo, son permanentes.

Primera consulta consistente en exploración física, explicación de posibles técnicas y posibilidades. Análisis preoperatorios, pruebas complementarias si son precisas, valoración por anestesista, consentimiento informado. Toma de medidas para elaboración de faja postoperatoria.

Entre 1,5 y 2 horas. Anestesia raquídea generalmente, Faja desde el quirófano.

1 noche para control, recuperación y analgesia.

Medias compresivas y administración de medicación antitrombótica. Revisión en consulta al 4º día postoperatorio, cura. Drenaje linfático en las primeras semanas. Retirada de puntos en las 2 primeras semanas de la intervención. Revisión 1, 2, 6 meses y anual.

Para ejercicio 3 semanas, para valerse en la vida diaria menos de 1 semana. Faja 1 mes. 2 meses para disminución total de volumen y ajuste cutáneo.