Durante la primera consulta para un aumento de pecho, se lleva a cabo una exhaustiva exploración física donde se analizan las características específicas, las necesidades y expectativas de cada paciente.
En esta sesión, se explican detalladamente las diversas técnicas quirúrgicas y los tipos de implantes disponibles, considerando los resultados esperados y las preferencias personales. Además, se planifican análisis preoperatorios y otras pruebas complementarias según sea necesario, incluyendo una valoración por parte del anestesista.
También se proporciona un consentimiento informado, asegurando que la paciente comprenda todos los aspectos del procedimiento, riesgos, y cuidados postoperatorios. Este enfoque integral ayuda a preparar a la paciente de manera óptima para la cirugía, contribuyendo a resultados excelentes y una recuperación satisfactoria.
La intervención de aumento mamario tiene una duración aproximada de 1.5 horas y se realiza bajo anestesia general, garantizando la comodidad de la paciente durante el procedimiento.
Tras la intervención, se coloca un vendaje especial y un sujetador postoperatorio diseñado para mantener los implantes en la posición correcta y facilitar el proceso de curación.
En cada caso nos aseguramos hacer todo para una recuperación más eficiente y obtener el mejor resultado estético, brindando a las pacientes la seguridad y confianza en su nueva apariencia.
La hospitalización tras una mamoplastia generalmente incluye una noche de estancia en el hospital. El objetivo de esta estancia consiste en facilitar un control del bienestar de la paciente, asegurando una recuperación inicial sin complicaciones.
Durante este tiempo, se proporciona analgesia adecuada para gestionar cualquier molestia y se realizan los controles necesarios para evaluar el estado de salud de la paciente y la correcta evolución postoperatoria.
Este periodo también permite al Cirujano Plástico y a las enfermeras ofrecer recomendaciones personalizadas para el cuidado en casa antes del alta.
El cuidado postoperatorio adecuado es imprescindible para una recuperación óptima y satisfactoria. La primera revisión se realiza al cuarto día postoperatorio para evaluar la evolución inicial y realizar las curas necesarias. Los puntos se retiran a los 10 días, marcando un paso importante en el proceso de curación.
Se programan revisiones adicionales a lo largo del primer año en intervalos de 1, 2, y 6 meses, y posteriormente de manera anual. Estas visitas permiten controlar la adaptación de los implantes y la evolución de las cicatrices.
Tras la operación de aumento mamario, las pacientes suelen ser capaces de manejar actividades de la vida diaria en menos de una semana, aunque con ciertas limitaciones en movimientos que impliquen esfuerzo en los brazos o el pecho.
Para retomar ejercicios más intensos o cualquier actividad que implique un mayor esfuerzo físico, se recomienda esperar al menos tres semanas. Este período permite una adecuada cicatrización y ayuda a evitar complicaciones, ayudando a una recuperación segura y efectiva.
Para ver imágenes reales de los resultados de nuestras intervenciones de aumento mamario, visita la página: Aumento de pecho: fotos antes y después.