¿Cuándo merece la pena hacer una otoplastia?

Otoplastia en niños.

Las consultas sobre otoplastia en niños u operación de orejas en niños son habituales porque es frecuente que la malposición de una parte de los pabellones auriculares en un menor sea causa de preocupación para las familias.

Habitualmente, esta malposición se debe a una falta de pliegue cerca del reborde externo de los pabellones auriculares. Es lo que comúnmente se conoce como orejas en soplillo, aunque técnicamente se podría denominar orejas en asa.

Cuando vienen a la consulta madres y padres preguntando por la otoplastia en niños, preocupados por la forma de las orejas de sus hijos de muy corta edad, lo que hacemos es asesorarles. Primero, sobre la evolución que puede darse; segundo, sobre las soluciones para corregir orejas de soplillo en niños y su idoneidad y contraindicaciones. De esta forma, las familias pueden decidir lo mejor para sus hijos e hijas con criterio y en base a los argumentos necesarios.

¿Cuándo una operación de orejas en niños está justificada?

La verdad es que el pabellón auricular no adquiere la forma ni la consistencia definitiva hasta aproximadamente los 7 años. Por tanto,  no es conveniente someter a un menor a una intervención hasta, por lo menos, esa edad. En otras palabras, una operación de otoplastia en niños antes de los siete años no estaría justificada.

Y, a partir de esa edad, solamente estaría justificada dicha operación de orejas en el caso de que sufran acoso por parte de otros niños de su edad y de que el o la paciente manifieste de alguna manera su malestar. La otoplastia en niños está ligada, por tanto, a la consideración de su autoestima.

Hay que tener en cuenta que las contraindicaciones de una otoplastia en niños de corta edad son muchas: tan pequeños, no resulta posible intervenirles bajo anestesia local, precisando una sedación o anestesia general, pues se trata de una operación invasiva. También resulta difícil manejar el postoperatorio en esa edad.

A partir de los 12 años, sin embargo, si la niña o el niño está motivado y plenamente convencido, se puede realizar la intervención de otoplastia bajo anestesia local. Esto facilita enormemente la operación y sus posibles consecuencias.

¿En qué consiste una otoplastia en niños?

Al igual que ocurre en el caso de personas adultas, la cirugía necesaria para llevar a cabo una otoplastia en niños se realiza por un abordaje en la parte posterior de la oreja, sin dejar cicatrices visibles.

En los primeros días es conveniente llevar un vendaje para evitar el acúmulo de sangre bajo los pliegues de las orejas. Tras la primera cura, realizada a los cuatro días, el paciente puede ducharse y cuidar la herida con unas medidas sencillas.

Para apoyar la nueva forma dada al pabellón auricular, está indicado el uso de una cinta en el primer mes postoperatorio.

La otoplastia es una cirugía relativamente sencilla y que ayuda al paciente preocupado a incrementar su seguridad y autoestima. Pero, como hemos señalado, en el caso de menores, es necesario tomar en cuenta otras consideraciones.

¿Cómo corregir orejas de soplillo de bebé?

La pregunta cómo corregir orejas de soplillo en bebés es también habitual. En este caso, sí que barajamos una respuesta común a todos los pacientes en cuanto a la idoneidad de practicar una otoplastia como solución a las orejas de soplillo en bebés: no debe hacerse.

Cierto es que a menudo existe una gran preocupación por parte de las familias, pero en ningún caso se trata de una intervención justificada. Como hemos señalado, se debe esperar a que al menos el menor cuente con siete años de edad y siempre y cuando su autoestima se vea seriamente afectada por las posibles burlas de su entorno.

Por otra parte, las orejas de soplillo en bebés suelen ser habituales, por hábitos posturales, por la sensación que produce una cabeza aún sin pelo… Pero en la mayoría de las ocasiones, estas encuentran un equilibrio perfecto con el ovalo facial al cabo de pocos años.

No se trataría así de orejas de soplillo propiamente dichas, sino de una percepción inicial sobre estas ante factores que las visibilizan en mayor medida Las orejas de soplillo como tales no se corrigen con la edad ni cuentan con soluciones ajenas a una otoplastia.

Nuestra recomendación es permanecer en alerta ante cualquier signo emocional que denote la pérdida de autoestima o aparición de algún tipo de trauma en el menor. Y en el caso de no poder solventarlas desde el apoyo familiar o psicológico, acudir a un equipo profesional en cirugía plástica y reparadora para que realice una valoración sobre la conveniencia de llevar a cabo una otoplastia en niños, y que el resultado de la misma sea natural y armonioso.