Flacidez facial a los 50, últimas tendencias en tratamientos y cirugías

Cómo rejuvenecer el rostro a los 50 años

Como decimos, de entre los síntomas de edad a los 50, la flacidez facial encabeza la lista. Afortunadamente, existen tratamientos para la flacidez facial sin cirugía y quirúrgicos también.

Tratamientos pensados para evitar que esos 50 años se escriban en la caras, el cuello, el escote, etc., fruto de esa carga genética que arrastramos (y eso no se puede discutir) y que determina en gran parte la evolución de nuestros tejidos, y de otros factores que influyen de manera determinante en nuestro aspecto: el clima, el exceso de radiación ultravioleta, el viento, las temperaturas extremas.

Estos últimos son factores que podemos contrarrestar a través infusiones, una correcta hidratación por dentro y por fuera… Pero no son la respuesta a cómo combatir la flacidez a los 50 años.

Por ejemplo, el soles buenísimo, un gran amigo en la síntesis de vitamina D, pero un gran enemigo si lo tomamos en exceso y sin protección. Los rayos UVA y UVB son culpables de foto envejecimiento y de la aparición de cánceres de piel. Todo a su vez es cura y es veneno, depende de la dosis de exposición.

En estos casos, el uso habitual de cremas protectoras y cobertura mediante gorros y pamelas, así como hábitos de vida saludables como el de tomar el sol a primera hora de la mañana o al final de la tarde., ayudan. También el de tomar suplementos que contengan antioxidantes naturales, carotenos y vitaminas C, D y E antes de exponerse al sol, en las semanas precedentes. Pero lo que de verdad rejuvenece nuestro rostro en la edad adulta son los retoques a los 50 años, meticulosos, precisos y equilibrados.

Otro ejemplo. El viento, la montaña, el esquí… Tras un tiempo producen la aparición de piel irritada, descamada y roja, que hace obligatorio el uso de cremas hidratantes, nutritivas y, por supuesto, de crema solar. Así como la aplicación de aceites hidratantes tras la exposición.

Horas de sueño, una alimentación equilibrada…, son otros factores sobre los que podemos tener cierto control.

Pero si de verdad queremos combatir la flacidez u otras señales inequívocas de envejecimiento, debemos apostar por soluciones eficaces contra problemas concretos:

Labios finos y arrugas alrededor de la boca, podemos tratarlas mediante inyecciones de ácido hialurónico, marcando el borde y devolviendo el volumen perdido.

Ojos cansados, con arrugas alrededor, se pueden combatir con pequeñas inyecciones de elementos neuro moduladores como la toxina botulínica, a veces ayudado por peelings suaves. O incluso realizar una blefaroplastia superior, inferior o ambas, que cambien el exceso cutáneo y la prominencia de bolsas grasas dando un aspecto muy rejuvenecido a la zona. No olvidemos que los ojos, junto a la boca, es donde más miramos a la gente.

Surcos naso genianos, aquellos pliegues que van desde el borde de la nariz a la comisura de la boca, pueden deber su acentuación marcada a factores genéticos o a flaccidez de las mejillas. También tenemos los llamados surcos de marioneta, que van de la comisura labial al lateral del mentón y que tendrían un tratamiento similar a los anteriores.

Como la pérdida del óvalo facial, signo de descolgamiento, el tratamiento efectivo de todas estas circunstancias para por la absoluta personalización según las necesidades, y se basa en la aplicación de inductores de la síntesis de colágeno, ácido hialurónico, hilos tensores, factores de crecimiento plaquetarios o tratamientos combinados con radiofrecuencia seguros y poco invasivos.

Tratamientos pensados para el hombre a partir de los 50

La piel del hombre y la mujer es morfológicamente casi igual, salvo por algúnas diferencias. La piel masculina tiene más grosor, con lo cual el proceso de envejecimiento es más lento. Además, el status hormonal del hombre no cambia tan drásticamente como el de una mujer. La influencia hormonal no se nota tanto en la piel masculina y el envejecimiento es más lento.

Pero, en todo caso, nuestros hombres envejecen y quieren sentirse bien, para sí mismos, al verse por la mañana en el espejo, entre los colegas, en el trabajo. A nadie le gustan las preguntas tipo: ¿estás cansado?, ¿has dormido poco? O por el estilo.

Históricamente el hombre no se cuidaba mucho la piel. Por suerte, los tiempos cambian y ya existen productos cosméticos especialmente diseñados para la piel masculina. Por tanto, la primera recomendación es la visita al especialista para determinar el tipo de piel y recibir un consejo en cuanto al cuidado diario de la misma.

Por otra parte, si el problema son unos párpados pesados o las arrugas prominentes en la frente, el tratamiento adecuado sería una terapia neuromoduladora mediante el uso de la toxina botulínica, perfectamente aceptado por la sociedad masculina, dada la rapidez del efecto positivo y que es un tratamiento que no precisa un largo postoperatorio.

Respecto a los párpados, el consejo sería visitar al cirujano plástico y someterse a la pequeña intervención de blefaroplastia, pues no va a cambiar la expresión del paciente.

En cuanto a los tratamientos estéticos, podemos recomendar los inductores de la síntesis de colágeno (hay muchos productos con este fin) o una elevación moderada mediante el uso de hilos tensores, porque rara vez le gusta a un hombre el efecto de pómulos subidos o la cara excesivamente rellena.

¿Qué resultado se espera? Un aumento progresivo del colágeno cutáneo durante los 3 meses posteriores y un aspecto natural de la cara, pero mucho más fresca y rejuvenecida. No cambia la expresión y no crea volúmenes, cosa que asusta a la mayoría de los pacientes. Además de la práctica ausencia de periodo de recuperación, pudiendo llevar una vida normal en el trabajo, con la práctica de deporte, hobbies, etc.

También para ellos existen tratamientos con factores de crecimiento, hidratación profunda con vitaminas, minerales, aminoácidos y ácido hialurónico.

La aplicación de estos productos se realiza bajo anestesia local y con el uso de cánulas que minimiza el dolor durante su aplicación y disminuyen el riesgo de presentar hematomas en los días posteriores. En los hombres también es de aplicación aparatología como radiofrecuencia.